¿Alguna vez has sufrido hinchazón o fuertes molestias en el estómago? Seguro que la respuesta es sí, pero ¿en cuántas ocasiones estos dolores se alargan durante horas o quizás días? Las molestias intestinales son muy habituales, pero cuando el dolor y el hinchazón afectan más concretamente a la zona del abdomen, el problema es mayor y en ocasiones puede derivar en dispepsia, una patología que no tiene por qué estar directamente relacionado con la ingesta de comida. Se estima que en torno al 30% de la población sufre este problema, pero en muchas ocasiones un pequeño número acuden a un centro médico para tratarlo. Desde Farmacia Viesques te contamos los detalles más importantes de esta afección y también cuáles son los tratamientos más indicados para aliviar los síntomas.

¿Qué es la dispepsia?

En términos médicos, la dispepsia se define como una indigestión que genera dolor y molestias en la parte más alta del abdomen. Específicamente se trata de un conjunto de síntomas que tienen origen en el tracto gastrointestinal superior. Dichos síntomas se producen de forma recurrente, sin una causa clara ni definida. Las molestias son muy similares a las de una úlcera y suele ir acompañado de náuseas, ardor y en casos más graves, de pérdida de peso.

¿Cómo se clasifica la dispepsia?

En la actualidad se han diferenciado dos tipos distintos de dispepsia que son:

  1. Dispepsia orgánica. Aparece como consecuencia de un daño orgánico, ya sea por causas bioquímicas, metabólicas o, por ejemplo, tras el consumo de alcohol o medicamentos.
  2. Dispepsia funcional. La dispepsia no orgánica o funcional es aquella que aparece sin un origen o causa concreta y que no tienen relación con un problema orgánico.

¿Qué causa la dispepsia?

Las causas de la dispepsia aún no están del todo claras. En el caso de la dispepsia funcional, el origen puede ser múltiple y tener muchas variables.

  • La ingesta de ciertos medicamentos o el consumo rápido y excesivo de comidas.
  • Problemas psicológicos. Los episodios de estrés, la ansiedad o la depresión pueden actuar como un fuerte desencadenante de este problema.
  • El consumo de alcohol, el exceso de cafeína o el tabaco son otras posibles causas que tienen una gran influencia.
  • La ingesta de alimentos grasos o muy picantes e incluso los alimentos con mucha fibra también afectan empeorando esta afección.
  • En algunos casos, se han diagnosticado pacientes que sufrían lesiones producidas por una bacteria llamada Helicobacter pylori.

Síntomas: ¿cuánto puede durar la dispepsia?

Aunque los síntomas pueden ser intermitentes, en la gran mayoría de casos aparecen durante largos periodos durante toda la vida del paciente. Las molestias más comunes que acompañan a la dispepsia son:

  • Ardor y dolor (pinchazos) en la zona del abdomen y el estómago.
  • Presión en el estómago.
  • Saciedad temprana. Sensación de sentirse lleno con rapidez.
  • También suelen aparecer: náuseas, eructos o acidez.
  • En el caso de que aparezca sangre en las heces o el vómito, incluso coloración amarillenta en la piel o los ojos, la afección puede sufrir complicaciones y es necesario acudir de inmediato a urgencias.

Es importante diferenciar este problema con la acidez gástrica. En la acidez, los síntomas se inician en el pecho y pueden continuar su ascenso hacia el cuello o la garganta.

¿Cómo saber si tengo dispepsia?

Tras estudiar la historia clínica y la sintomatología del paciente, los especialistas recurren por norma general a dos tipos de pruebas médicas:

  • La endoscopia gastrointestinal o esofagogastroduodenoscopia que es la prueba más utilizada para visualizar todo el aparato digestivo desde el esófago, el estómago y también el duodeno. Además, la endoscopia permite recoger muestras de tejido para analizar.
  • Ecografía abdominal. Es una prueba totalmente indolora y un gran complemento de la endoscopia que facilita la visión de anomalías en el abdomen o posibles daños que no han aparecido durante la endoscopia.

Tratamientos indicados

En estos casos, los especialistas suelen recomendar, dependiendo siempre del tipo de dispepsia y cada caso concreto, distintos tratamientos que tienen como base principal:

Dieta específica. El primer paso para aliviar los síntomas relacionados con la dispepsia es aplicar una estricta dieta donde se recomienta al paciente tomar alimentos bajos en grasas y calorías, además de hacerlo en pequeñas cantidades.

Medicamentos para reducir la acidez de estómago y antibióticos si existe infección bacteriana.

Además, el paciente afectado por este problema puede llevar a cabo algunos hábitos saludables como:

  • Lo más recomendable es que el paciente coma despacio y sobre todo mastique bien los alimentos para favorecer la digestión.
  • Beber entre dos o tres litros de agua al día es una práctica beneficiosa para el organismo.
  • Hacer ejercicio y evitar los malos hábitos como el tabaco o el alcohol.
  • Evitar los postres y sustituirlos por fruta a media mañana y tarde.

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