La adenomiosis es una afección que sufren las mujeres de entre 30 y 40 años. Se trata de una enfermedad que muchas pacientes sobrellevan en silencio durante largos años. La clave para tratarla y reducir los dolorosos síntomas es realizar visitas ginecológicas periódicas para tener un diagnóstico temprano y disponer así de un tratamiento eficaz y acorde al problema. Además, hablamos de una enfermedad a la que se le debe prestar especial atención, ya que puede aumentar el riesgo de infertilidad o esterilidad femenina. Si tienes dudas sobre este problema, hoy vamos a despejarlas. ¡Sigue leyendo!
¿Qué es la adenomiosis y cómo afecta a la mujer?
La adenomiosis tiene lugar cuando el tejido endometrial -tejido que recubre el útero-, se desarrolla en la pared del útero, haciendo que este se ensanche y multiplique su tamaño. En estos momentos, el tejido sigue aumentando, se engrosa y produce sangrado en cada menstruación. Teniendo como resultado un útero agrando que va acompañado de ciclos dolorosos. Existen dos tipos de adenomiosis:
- Adenomiosis localizada, también conocida como adenomiosis de Cullen.
- Adenomiosis difusa. Es la más común, la que produce el aumento del útero.
Los síntomas asociados a esta patología son principalmente:
- Sangrado menstrual abundante y prolongado en el tiempo.
- Dolor pélvico habitual y crónico.
- Dismenorrea. Dolor pélvico punzante similar a los retortijones. Para algunas mujeres este dolor es muy intenso.
- En ocasiones, la mujer puede sentir presión en la vejiga o el recto.
- Dolor durante las relaciones sexuales (dispareunia)
Pero ¿cuáles son las causas de un útero agrandado? Aunque el origen de la adenomiosis no está aún del todo claro, existen varias teorías al respecto como el crecimiento de tejido invasivo, en el cual el revestimiento del útero invade la pared uterina y también que las células madre de la médula ósea pueden invadir el músculo.
Factores de riesgo en la adenomiosis uterina
Independientemente de las causas, no cabe duda que esta enfermedad está ligada a los estrógenos y que existen algunos factores de riesgo que predisponen a las mujeres a desarrollar la enfermedad:
- Las cirugías uterinas como cesáreas o histeroscopias.
- Los partos múltiples.
- Y también la edad reproductiva (mujeres de entre 40 y 50 años).
¿Tiene consecuencias sobre la fertilidad?
La adenomiosis puede llegar a generar problemas de fertilidad en el futuro. Algunas investigaciones determinan que puede disminuir las tasas de embarazo y aumentar las de aborto. Además, también es más frecuente que se produzcan fallos de implantación en mujeres con esta patología.
Llegado el momento, muchas mujeres que padecen adenomiosis se preguntan si es posible conseguir el embarazo aún padeciendo la enfermedad. Aunque las dificultades de gestación son reales, la fecundación in vitro puede ser la respuesta.
¿Cuál es la diferencia entre adenomiosis y endometriosis?
Ambas enfermedades cuentan con la presencia de tejido endometrial ectópico -fuera del endometrio-, pero existen importantes diferencias.
En la adenomiosis, el tejido se encuentra en el miometrio y en la endometriosis dicho tejido puede surgir en cualquier órgano del cuerpo que no es el útero (riñones, pulmones o hasta en el cerebro). Es importante recalcar que, algunas mujeres pueden llegar a padecer ambas patologías a la vez.
¿Cómo se diagnostica?
Diagnosticar la adenomiosis es aún complicado, al igual que sucede con la endometriosis. Los síntomas son poco específicos y su coexistencia con otros problemas pélvicos lo dificultan aún más. Hoy en día, con el avance de la medicina y las innovaciones tecnológicas ha crecido de forma exponencial la tasa de diagnóstico. Las pruebas diagnósticas más utilizadas además de la revisión de la historia clínica de la paciente son:
- Exploración pélvica. Ayuda a detectar el posible aumento del útero.
- Ecografía transvaginal. Es muy utilizada entre los especialistas para encontrar respuestas en casos muy concretos.
- Resonancia magnética. Cuando la ecografía no aporta información suficiente, la resonancia suele ser muy esclarecedora.
Además, muchos especialistas extraen información para el diagnóstico a través de las biopsias endometriales, las histeroscopias o las histerosalpingografias.
Opciones de tratamiento farmacológico para la adenomiosis
Para tratar la adenomiosis, el médico especialista deberá estudiar el caso en profundidad para aplicar una medicación personalizada. Este tratamiento dependerá sobre todo de los síntomas que padezca la paciente, de sus deseos de reproducción y también de su edad. Generalmente, el inicio de cualquier tratamiento para la adenomiosis busca aliviar los síntomas y para ello se administran diferentes fármacos como:
- Analgésicos (medicamentos antiinflamatorios).
- Medicamentos hormonales (anticonceptivos).
- Antiestrógenos.
- Análogos de la hormona liberadora de gonadotropinas.
- Cuando el tratamiento farmacológico es insuficiente, dependiendo del tamaño del útero, es posible realizar una intervención quirúrgica, que consiste en eliminar el tejido y reconstruir la pared del útero.
Aunque muchos de estos tratamientos son realmente efectivos para disminuir la sintomatología, la gran mayoría son incompatibles con el embarazo o los intentos de reproducción de una mujer.