¿Tienes la sensación de que pierdes más pelo en verano? Si la respuesta es afirmativa, puedes estar tranquilo, es más común de lo que piensas. La pérdida de cabello durante los meses de más calor y, especialmente, al final del verano, se debe a diferentes causas externas. En este post te contamos por qué pasa esto y qué puedes hacer para prevenirlo.
¿Por qué se cae el pelo en verano?
El pelo se cae habitualmente durante todo el año. De hecho, lo más normal es que perdamos entre 50 y 150 cabellos al día. Sin embargo, hay ciertos momentos al año en los que puede intensificarse este ritmo y uno de ellos es el verano. No es raro, por tanto, que notes que tu pelo se cae con más frecuencia durante la época estival.
El ciclo de vida de nuestro pelo está formado por tres fases diferenciadas que se repiten una y otra vez, lo que se traduce en una regeneración constante del cabello:
- Crecimiento (fase anágena): abarca, aproximadamente, unos 6 años desde que el pelo nace hasta que alcanza su estado de madurez. Es también, la fase en la que se encuentra la mayoría de nuestro pelo.
- Transición (fase catágena): en esta etapa, de unas dos semanas, el pelo deja de crecer y la raíz tiende a encogerse.
- Caída (fase telógena): es la última fase vital del pelo, que dura unos tres meses, y tras la cual el pelo se desprende. Después, los folículos producen nuevos cabellos y comienza la fase cíclica de nuevo en el momento anágeno.
Los agentes externos y las condiciones climatológicas propias del verano aceleran la fase telógena en más cabellos de lo habitual. Por este motivo notamos una mayor pérdida del pelo en esta época.
Diferencias entre la caída de pelo en verano y en invierno
El organismo de los seres vivos tiene una rápida capacidad de adaptación a todo tipo de situaciones, lo que hace que el ritmo de caída de pelo no sea igual en todas las estaciones del año. Si alguna vez te has fijado, es probable que, en invierno, notes que el pelo se te cae menos que en verano o en otoño. Y es que, aunque no lo parezca, existen diferencias entre la caída del pelo en invierno y en verano.
¿Cómo influye el frío en la caída del cabello?
Lo primero que cabe destacar es que el pelo es un elemento que nuestro cuerpo utiliza como protección frente al frío mientras que, en verano, con el calor, no es tan necesario. Este proceso hace que la propia adaptación de nuestro organismo favorezca la caída del pelo más en verano que en invierno.
Sin embargo, el frío también tiene sus efectos en nuestro cabello, directa o indirectamente. En esta época no solemos secar el pelo al aire libre y abusamos más de los secadores, lo que puede debilitar el cabello. Por otro lado, el aire frío hace que la cutícula capilar se desprenda, dejando desprotegida la raíz.
¿Qué efectos tiene el calor en el pelo?
En verano se concentran más agentes externos que influyen directamente en la caída del pelo. En primer lugar, las altas temperaturas y los cambios bruscos entre el exterior y el interior donde puede haber aire acondicionado debilitan el cabello. Además, una exposición excesiva al sol, el salitre del mar, el cloro de la piscina o la propia humedad constante, son otros factores que también activan la fase telógena del cabello.
Finalmente, cabe tener en cuenta que, en verano, nos relajamos y solemos descuidar más nuestros hábitos de vida, especialmente la alimentación, lo que también afecta a la caída.
¿Cuál es la época en la que más se cae el pelo?
Es importante destacar que cada persona es diferente y no en todos los casos el ciclo transcurre de la misma forma. Por otro lado, hay circunstancias particulares que pueden incentivar la caída del cabello en épocas diversas; sobre todo, situaciones en las que estamos sometidos a un nivel elevado de estrés, físico, mental o emocional.
No obstante, en condiciones habituales es más frecuente la caída de cabello en verano que en invierno. Sobre todo, durante las últimas semanas del verano y las primeras de otoño. Recuerda que el ciclo telógeno dura, aproximadamente, tres meses, lo que explica que la caída del pelo sea más intensa a lo largo de estas semanas.
Recomendaciones para frenar la caída del cabello
La caída del cabello es un proceso natural una vez que se completa su ciclo de vida. Aun así, hay ciertas acciones que pueden ayudar a frenar una caída excesiva en determinados momentos del año, como puede ser el verano o el otoño:
- Mantén una alimentación equilibrada en la que incluyas los nutrientes necesarios para fortalecer el cabello, como el hierro, el zinc, el calcio o la biotina, entre otros. Asimismo, evita los excesos de alimentos y sustancias que resequen en exceso la piel, como el alcohol.
- Aclara siempre el pelo después de bañarte en la playa o en la piscina, para eliminar los restos de sal y cloro.
- Si vas a estar expuesto durante un tiempo prolongado al sol, utiliza protectores de pelo, sombreros y gorras.
- Lávate el pelo con frecuencia, pero hazlo con champús que tengan un pH neutro y que no tengan sulfatos, parabenos o silicona.
- Seca el pelo con movimientos suaves y sutiles, al aire libre y ayudándote, preferiblemente, de toallas de algodón.
- Recurre a los masajes capilares para favorecer el flujo sanguíneo y fortalecer las raíces del cabello.
- Evita, en la medida de lo posible, situaciones de estrés.
En los casos en los que la caída del cabello sea muy acentuada, puedes acudir a tu farmacia de confianza para que te asesore sobre qué tratamientos anticaída son más efectivos según tu tipo de cabello. Recuerda que una buena salud capilar repercute en tu estado físico y emocional.