Es posible que hayas oído hablar de la hormona del placer y de la felicidad, siendo dos de las más estudiadas desde el punto de vista científico. Las hormonas a las que hacemos referencia con esa denominación son la dopamina y la serotonina. En este artículo, te contamos cómo puedes incrementar sus niveles para alcanzar mayor sensación de bienestar.
Diferencias entre la dopamina y la serotonina
En primer lugar, cabe señalar que tanto la dopamina como la serotonina son dos neurotransmisores cuya función es regular algunas funciones de nuestro cuerpo. Aunque ambas sustancias provocan una sensación placentera, hay ligeras diferencias en su funcionamiento.
La dopamina es un neurotransmisor que excita al sistema nervioso y cuya liberación genera una sensación de placer. Por ejemplo, cuando vamos de compras o ingerimos algún alimento que nos gusta mucho, liberamos dopamina en altas cantidades, y el cerebro lo interpreta como placer. Se produce a partir de tirosina, y es la encargada de controlar la parte motriz del cuerpo.
En cambio, la serotonina es un neurotransmisor inhibidor del cerebro. Básicamente, bloquea algunas emociones negativas, como el dolor o la violencia. Tiene un gran efecto terapéutico que genera una sensación de felicidad en nuestro cerebro. En este caso, se sintetiza a partir de triptófano, y sus efectos se producen en el estado de ánimo.
¿Cómo aumentar los niveles de serotonina y dopamina?
Si nos sentimos afligidos, deprimidos y con bajo estado de ánimo en general, es posible que tengamos que elevar los niveles de serotonina y dopamina. El incremento de estos niveles se puede conseguir de manera natural o artificial. Veamos las diferencias:
- De forma natural: conviene reducir el nivel de estrés, incluir alimentos con triptófano y omega 3, hacer ejercicio, evitar tomar bebidas estimulantes, tener una mayor exposición al sol para incrementar el nivel de vitamina D o descansar adecuadamente.
- Artificialmente: si no consigues elevar los niveles de estos neurotransmisores naturalmente, puedes recurrir, puntualmente, a productos farmacéuticos ricos en triptófano, y siempre con previa recomendación médica. Los complementos alimenticios que incluyen esta sustancia suelen utilizarse además para conciliar el sueño, obteniendo un descanso de calidad.
¿Qué alimentos favorecen la producción de dopamina y serotonina?
Tal y como apuntamos, hay ciertos alimentos que ayudan a aumentar la generación de dopamina y serotonina y, por tanto, su ingestión produce un efecto placentero en nuestro organismo:
- Chocolate: todo un clásico antiestrés. El motivo es que nos proporciona exorfina, un analgésico natural, y teobromina, un componente energético.
- Avena: favorece la producción de triptófano y contiene 5 de los 8 aminoácidos esenciales.
- Plátano: es una de las frutas que más promueve la producción de triptófano.
- Piña: es perfecta para producir melatonina, la hormona del sueño, y tiene efectos antiinflamatorios y tranquilizantes.
- Salmón: los alimentos ricos en omega-3 también ayudan a generar dopamina y serotonina.
- Semillas de girasol: tienen alto contenido en triptófanos.
- Frutos secos: las almendras tienen gran cantidad de tirosina, para reducir el estrés, y las nueces cuentan con altos niveles de omega-3.
- Pimiento rojo: también ayudan a liberar dopamina y serotonina. Además, contiene capsaicina, una sustancia que contribuye a la liberación de endorfinas.
¿Por qué se produce la falta de serotonina y dopamina?
Algunos factores externos que pueden limitar la producción de serotonina y dopamina son el estrés en niveles altos, la falta de nutrientes y vitaminas adecuadas o los desajustes provocados por algunas bacterias intestinales. También influye la falta de vitamina D en zonas donde hay menos horas de luz.
En el caso de la serotonina, es un neurotransmisor más relacionado con el componente emocional de nuestro organismo. Por este motivo, algunas enfermedades psíquicas como la esquizofrenia, el autismo o la depresión, también explican los bajos niveles de serotonina.
Por su parte, la dopamina afecta al movimiento, lo que hace que enfermedades como el Párkinson reduzcan la liberación de dopamina en nuestro cuerpo. En este sentido, cabe destacar que algunas adicciones serias también pueden llegar a dañar a los receptores de dopamina e inhibir su liberación.
Dopamina y serotonina frente a otras hormonas
En ocasiones tendemos a equiparar algunos conceptos que, si bien están muy relacionados, son diferentes entre sí. Por ejemplo, ¿sabes la diferencia entre dopamina y endorfina? ¿Y entre serotonina y oxitocina? A todas ellas se les conoce como “hormonas de la felicidad”, pero no son exactamente iguales.
Dopamina vs. endorfina
La endorfina es un neurotransmisor que se produce en el hipotálamo y la glándula pituitaria, y que tiene un efecto analgésico, fundamentalmente. Es decir, ayuda a calmar el dolor. Por su parte, la dopamina, como sabes, es un neurotransmisor con efectos estimulantes, y actúa, sobre todo, en el aparato motor del cuerpo.
Serotonina vs. oxitocina
La oxitocina juega un papel fundamental en los vínculos emocionales que se generan en las relaciones sociales, ya sean de carácter sentimental, amistoso o paterno-filial. Además, es clave para sostener las contracciones en los momentos previos al parto, así como para promover la dilatación. La serotonina, en cambio, inhibe la sensación de dolor y equilibra el estado de ánimo.
Conseguir una buena regulación de los niveles hormonales es fundamental para mantener el estado de ánimo y para no sufrir desajustes en algunas de las funciones principales, como el sueño, la digestión o la motricidad. La salud mental, a la que cada vez se otorga mayor importancia, es tan importante como la salud física. Y, tal y como has visto, los efectos provocados por unos niveles inadecuados de este tipo de neurotransmisores pueden tener consecuencias negativas tanto a nivel físico como emocional.
Por ello, es conveniente detectar los posibles desniveles y, en caso de que no consigas regularlos naturalmente, recurrir a profesionales médicos y farmacéuticos que te ayuden a hacerlo.