La incontinencia urinaria, lo que comúnmente se conoce como pérdidas de orina, es un problema que afecta a un importante porcentaje de la población. La incomodidad de esta patología, sumado al pudor que suele dar reconocerla, hace que no se le dé, en muchos casos, la importancia necesaria. En este post te explicamos en qué consiste la incontinencia urinaria, por qué puede originarse y cómo debe tratarse.

¿Qué significa tener pérdidas de orina?

La incontinencia urinaria es una patología que consiste en la pérdida del control sobre la vejiga, que suele producirse porque la presión en este órgano es mayor que la presión en la uretra. Esta merma del control provoca pequeños escapes involuntarios de orina, inevitable por la diferencia de presión entre la uretra y la vejiga.

Más allá de las implicaciones físicas y las molestias que ocasiona, las pérdidas de orina tienen un importante efecto psicológico negativo en los pacientes que la sufren. La sensación de vergüenza es uno de los más comunes, pero no es el único. Algunos pacientes que notan este tipo de problema tienden a asociarlo con la vejez, lo que se traduce en una bajada de autoestima en aquellas personas a las que tener pérdidas de orina les hace sentirse mayores.

Causas de la pérdida de orina

Al igual que sucede con la mayoría de patologías, la pérdida de orina puede estar provocada por diferentes causas. Cabe tener en cuenta que la incontinencia puede ser temporal o de carácter persistente, en cuyo caso las causas suelen ser diferentes:

Incontinencia temporal

  • Estrés o exceso de actividad física: algo tan simple como toser, estornudar o levantar peso puede provocar una debilidad momentánea de los músculos pélvicos, y, con ello, la incontinencia.
  • Infecciones o estreñimiento: en ambos casos se puede producir una irritación de la vejiga o un movimiento excesivo de los músculos que se traduzca en pérdida de orina.
  • Consumo de medicamentos: es más común en el caso de medicamentos para la presión arterial o relajantes musculares y tranquilizantes.

Incontinencia persistente

  • Menopausia: en este período, las mujeres producen menos cantidad de estrógenos, siendo esta una de las hormonas que mejor conserva el tejido de la vejiga y la uretra.
  • Embarazo y parto: tanto los cambios hormonales que se producen en el embarazo como el esfuerzo que las mujeres realizan en el parto pueden ocasionar pérdidas de orina.
  • Patologías relacionadas con la próstata: problemas como el cáncer de próstata o el agrandamiento de la glándula prostática, dan como resultado la incontinencia urinaria.
  • Edad: el músculo de la vejiga envejece y se debilita. En consecuencia, cada vez se hace más complicado controlar la vejiga.
  • Enfermedades neurológicas: trastornos como lesiones medulares, tumores cerebrales, párkinson o esclerosis múltiple, pueden motivar la aparición de esta patología.
  • Diabetes u obesidad: este tipo de dolencias físicas también aumenta las probabilidades de sufrir incontinencia urinaria.
  • Obstrucción de las vías urinarias: el taponamiento de estos conductos que puede ocasionar, por ejemplo, la presencia de un tumor, puede derivar en pérdidas de orina.

Factores de riesgo: cuándo es más frecuente sufrir incontinencia urinaria

Las circunstancias que tienden a incrementar las probabilidades de sufrir esta patología son las siguientes:

  1. Antecedentes familiares o enfermedades previas

La herencia genética juega un papel fundamental en la predisposición de algunas personas a sufrir ciertas patologías. En este caso, si en tu familia hay algún caso directo de incontinencia urinaria, puede suponer un factor de riesgo.

Asimismo, si sufres alguna enfermedad crónica como las que hemos mencionado anteriormente, también es más probable que experimentes esta disfunción.

  1. Edad

Este es, quizá, el factor más habitual y, también, el más inevitable. Así, los músculos que controlan la vejiga y la uretra encuentran cada vez más dificultad para hacerlo, lo que favorece la pérdida de orina.

  1. Alteraciones hormonales

Los cambios hormonales que sufre el cuerpo tienen una relación directa con el incremento de pérdidas de orina. Por este motivo, es más común en mujeres. De hecho, se estima que cerca del 25% de las mujeres lidian diariamente con este problema.

  1. Malos hábitos

El consumo excesivo de sustancias como alcohol o tabaco, así como de ciertos alimentos estimulantes, fomenta la imposibilidad de controlar la vejiga. Asimismo, el sobrepeso y la obesidad también son factores que pueden ocasionar, con más frecuencia, la pérdida de orina.

¿Cuándo debes pedir ayuda?

Si sufres incontinencia urinaria y crees que puede estar relacionado con algún otro problema de salud, es importante acudir al especialista médico. Por ejemplo, si tienes problemas para orinar o si lo haces en exceso, si experimentas dolor en la zona pélvica, o si se produce hematuria (sangrado al orinar).

Consejos para evitar las pérdidas de orina

Hay ciertas acciones que podemos realizar de manera consciente para reducir las probabilidades de sufrir incontinencia urinaria. A continuación, citamos algunas de las más importantes:

  • Evita acumular en exceso la orina.
  • No abuses de las bebidas y alimentos estimulantes o excesivamente diuréticos.
  • No hagas sobreesfuerzos físicos de manera habitual.
  • Reduce el consumo de edulcorantes artificiales.
  • Ejercita y fortalece el suelo pélvico.
  • Utiliza compresas y tampones vaginales específicos para la pérdida de orina.

Enfermedades provocadas por la incontinencia urinaria

Ya hemos hablado de las causas que fomentan las pérdidas de orina, pero es importante conocer, también, en qué patologías puede derivar este problema si no se trata adecuadamente.

  • Problemas cutáneos: la excesiva humedad a la que está sometida la piel cuando hay pérdidas de orina puede conllevar la aparición de llagas, erupciones cutáneas o infecciones en la piel. Ten en cuenta, además, que la orina es ácida, lo que puede intensificar ciertas reacciones en la piel.
  • Infección urinaria: una vez más, el exceso de humedad incrementa el riesgo de sufrir infecciones de carácter urinario, como cistitis.
  • Pérdida del deseo sexual: la incontinencia urinaria genera un sentimiento de vergüenza que afecta directamente al deseo de mantener relaciones sexuales.
  • Baja autoestima: asimismo, produce un efecto psicológico negativo que puede ocasionar una disminución de la autoestima.

¿Cómo se puede tratar la incontinencia urinaria en la mujer?

El tratamiento de la pérdida de orina en el caso de las mujeres requiere la combinación de diferentes factores. En primer lugar, es importante mantener una alimentación saludable y equilibrada, y reducir la ingesta de alimentos muy diuréticos, así como de bebidas alcohólicas.

En segundo lugar, es recomendable realizar ejercicios para fortalecer el suelo pélvico de manera habitual. Si puedes dedicarle un rato cada día, notarás un mayor control de los músculos de la vejiga. En este sentido, puedes apoyarte en ejercitadores inteligentes como el de KegelSmart, que te indicará cuáles son los ejercicios más convenientes según la fuerza que tengan tus músculos pélvicos.

Y, en paralelo, es conveniente utilizar compresas especiales para la absorción de orina, y recurrir a complementos alimenticios que te ayuden a evitar las infecciones de orina.

Además, existen dos intervenciones quirúrgicas para tratar la incontinencia de esfuerzo. El primer procedimiento se denomina con cabestrillo, se sostiene la uretra y ayuda a mantenerla cerrada, especialmente cuando toses o estornudas, para que no se produzcan pérdidas de orina. El segundo procedimiento es de suspensión del cuello de la vejiga, se refuerza la uretra y el cuello de la vejiga para que no cuelguen y le proporciona a la uretra un lugar contra el que puede contraerse para evitar pérdidas.

Además de todo ello, recuerda que puedes consultarnos cualquier duda que tengas relacionada con la incontinencia urinaria y te ayudaremos a resolverla.

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