Las hemorroides son una patología muy habitual que muchas personas sufren, o han sufrido, en algún momento de su vida. Sin embargo, aunque no suponen un riesgo alto para la salud, resultan muy molestas, y si no se tratan adecuadamente pueden provocar complicaciones más graves. En este post te mostraremos por qué se producen, qué factores las agravan y cuál es el tratamiento adecuado.

Hemorroides: qué son y cuántos tipos hay

Las hemorroides o almorranas se producen cuando las venas del plexo hemorroidal, el tejido vascular que hay alrededor del ano y en la parte inferior del recto, se hinchan en exceso. Cuando se produce insuficiencia venosa o se dilata demasiado alguna de las partes del plexo hemorroidal, surgen las almorranas.

La mayoría de las veces, se trata de una patología de carácter puntual, con una causa concreta, que desaparece a los pocos días. En aquellos casos en los que la alteración del plexo hemorroidal y de las venas deriva en una sintomatología crónica o de mayor gravedad, el tratamiento es más intensivo.

Clasificación y tipos de hemorroides

Las hemorroides se clasifican en diferentes tipos según dónde estén ubicadas o las características que presenten:

  • Hemorroides internas: se producen en el interior del recto, y no se perciben al tacto o a simple vista. De hecho, la única manera de identificarlas es por la sensación de dolor que se puede producir al ir al baño. Además, existen distintos grados, según el tamaño de las hemorroides y su comportamiento durante el proceso de evacuación intestinal.
  • Hemorroides externas: estas almorranas se sitúan debajo de la piel que rodea el ano por el exterior, de forma que sí se pueden notar al tacto.
  • Hemorroides mixtas: hablamos de hemorroides mixtas cuando se combinan las internas y las externas.
  • Hemorroides trombosadas: las hemorroides externas en las que se forma un coágulo más grande se conocen como trombosadas.

¿Por qué aparecen las hemorroides?

Las causas que provocan las hemorroides son de diversa índole, si bien hay unos condicionantes que incrementan el riesgo de sufrir estas alteraciones varicosas:

  • Esfuerzo excesivo al hacer deposiciones, sobre todo si las heces son duras y secas.
  • Irritación por diarrea: aunque es menos frecuente, la diarrea también puede favorecer el surgimiento de hemorroides por una excesiva irritación de la zona.
  • Estar mucho tiempo sentado: pasar mucho tiempo en la misma posición sentado, es más fácil que las venas del plexo hemorroidal se hinchen.
  • Embarazo: la presión que ejerce el útero sobre el conjunto del plexo hemorroidal durante el último trimestre del embarazo puede provocar la aparición de hemorroides.
  • Menstruación: algunas mujeres padecen hemorroides durante este período, probablemente porque las hemorroides tienen receptores de estrógenos.
  • Hacer esfuerzos físicos con regularidad: especialmente, si se trata de levantar peso.
  • No consumir suficiente fibra: una dieta pobre en fibra puede complicar la evacuación intestinal y producir estreñimiento, lo que, a su vez, incrementa las probabilidades de sufrir hemorroides. 

Factores de riesgo a tener en cuenta

Además de las causas habituales que tienden a producir hemorroides, existen algunos factores de riesgo externos que pueden aumentar la susceptibilidad a esta patología.

  • Es el caso del envejecimiento, lo que hace que los tejidos se debiliten y pierdan la capacidad de sostener las venas en la zona rectal.
  • El sobrepeso tampoco es buen compañero, puesto que un exceso de grasa puede ejercer más presión de la habitual en esa zona. El efecto es algo similar a lo que sucede durante el embarazo.
  • Por último, la herencia genética es un factor de peso en este tipo de patologías. Si en tu familia hay casos previos de síndrome hemorroidal, es más probable que tú también lo sufras o que, al menos, tengas más predisposición a ello.

Consejos para evitar las hemorroides

La aparición de hemorroides se produce con más frecuencia en algunas personas, pero todo el mundo puede padecerlas en algún momento de su vida. De hecho, tres de cada cuatro personas las ha sufrido puntualmente por diferentes causas. Pero ¿qué puedes hacer para disminuir las probabilidades de sufrir hemorroides?

  • Mantén una dieta rica en fibra. Si no estás acostumbrado a ella, transita de forma progresiva, pues de lo contrario podrías sufrir problemas de gases.
  • Muévete cada poco tiempo si pasas muchas horas sentado.
  • Bebe grandes cantidades de líquido para ablandar las deposiciones.
  • Practica ejercicio habitualmente para reducir la presión en las venas de la zona rectal.
  • Si tienes estreñimiento, no hagas esfuerzos excesivos. Lo único que conseguirás es aumentar la presión y agravar las hemorroides.
  • Evita sentarte sobre superficies muy calientes. En verano, es habitual que el asiento del coche esté a una temperatura elevada, lo que puede producir una sobredilatación de los vasos sanguíneos.

Tipos de tratamientos

Tal y como hemos comentado anteriormente, la mayoría de ocasiones en las que se sufren hemorroides se debe a causas muy esporádicas y no son de gravedad, por lo que es suficiente con los remedios caseros y los consejos para reducirlas. Sin embargo, hay personas que sí las padecen de manera más continua o a las que les afecta más seriamente. En estos casos, existen distintos tratamientos para combatir las hemorroides según la gravedad de las mismas. Las situaciones más delicadas pueden incluso requerir cirugía, aunque debe ser el médico especialista quien lo determine.

Centrándonos en los productos farmacéuticos más recomendables para reducir la hinchazón de las venas que causan las hemorroides, destacamos los siguientes:

  • Pomadas antihemorroidales para un alivio sintomático del dolor, con un efecto localizado momentáneo. Este tipo de cremas no deben utilizarse durante más de 5-7 días seguidos para que no produzcan sangrados más abundantes.
  • Medicamentos vasoprotectores para activar la circulación e impedir que se produzcan coágulos de sangre que deriven en hemorroides.

Consulta con el médico: ¿en qué casos debo hacerlo?

Las almorranas constituyen una de las patologías más comunes y, por lo general, no suelen reportar gravedad, por lo que no es un motivo de consulta con el médico en primera instancia. No obstante, hay algunos indicios ante los que debes estar alerta. Así, deberías visitar al médico si, por ejemplo, sigues sangrando en la evacuación intestinal tras más de una semana de tratamiento. Las hemorroides no son la única causa del sangrado en las heces, y si este no cesa, es conveniente descartar otras posibles enfermedades. Asimismo, si el dolor provocado por las hemorroides se dilata en el tiempo, también es aconsejable visitar al especialista para que determine si es necesario aplicar un tratamiento más exhaustivo.

En cualquier caso, puedes consultar cualquier duda que tengas al respecto con nuestros profesionales de Farmacia Viesques, que te recomendarán la mejor solución según tu casuística individual.

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