¿Quién no ha sufrido en alguna ocasión una afta en la boca? Aunque se trata de un molesto inconveniente bucal, suelen ser de carácter leve y desaparecen tras varios días sin dejar rastro. En el caso de las aftas persistentes, sí puede existir un problema mayor, pero será el médico especialista quien lo determine mediante una biopsia. Si alguna vez las has sufrido y quieres saber por qué aparecen y cómo tratarlas, sigue leyendo, ¡te lo contamos!

¿Qué son? ¿Cuáles son las características de las aftas bucales?

Las aftas bucales, también denominadas por los expertos como «úlceras aftosas» son lesiones superficiales que aparecen en la mucosa de la boca, generalmente en el interior de la cavidad bucal: los bordes de la lengua, el paladar, las encías, es decir, las partes blandas. A la vista, son fácilmente apreciables por su forma. Las leves y más habituales son pequeñas y tienen forma ovalada o redondeada con un notable borde rojizo y una base de color amarillento.

Es importante resaltar que, no son contagiosas y se curan de forma «natural» o con tratamiento, desapareciendo sin dejar cicatrices o marcas alrededor de los 10 o 14 días.

Causas y tratamientos de las aftas

Aunque la causa de estas lesiones continúa siendo desconocida, son muchos los especialistas que consideran como el origen principal de la lesión, una reacción de carácter inmunológico, además de una considerable predisposición genética.  También existe una clara sospecha de que la falta de ciertas vitaminas como B-12, cinc, folato (ácido fólico) o hierro, el estrés, los cambios hormonales o algunas reacciones alérgicas, pueden fomentar una alteración en la flora bucal favoreciendo la aparición de aftas.

Aunque por norma general, no suelen requerir ningún tratamiento, existen algunas opciones:

1. Enguajes bucales para reducir el dolor y la inflamación.

2. Productos tópicos para acelerar la curación como cremas o geles líquidos.

3. Suplementos nutricionales para aportar las cantidades necesarias que deberá indicar el médico.

Además, es muy aconsejable evitar los platos con mucho condimento o los alimentos con sabores cítricos para evitar las molestias.

¿Qué es el herpes bucal? ¿Cuál es el tratamiento?

Se trata de una infección que aparece en la zona de los labios, la boca e incluso las encías, provocada por el virus del herpes. Se caracteriza por generar ampollas pequeñas -también conocidas como boqueras o calenturas-, que a menudo aparecen agrupadas formando una mancha rosácea, cuando estas se rompen, surge una costra que irá desapareciendo poco a poco a lo largo de dos o tres semanas sin dejar ninguna marca o cicatriz visible. Es una infección viral bastante contagiosa que puede trasmitirse por contacto estrecho, por ejemplo, cuando dos personas se besan. El virus más habitual es el herpes simple tipo 1 (HSV-1) y algo menos común, el simple tipo 2 (HSV-2). Es importante saber que una persona con herpes puede trasmitir la infección aunque no existan llagas.

¿Y el tratamiento? No existe una cura específica para el herpes labial, pero sí gran cantidad de posibilidades para tratar su aparición. Aunque por normal general, desaparece al cabo de unas semanas (entre dos y cuatro), existen ciertos antivirales y pomadas que alivian los síntomas como hormigueo y picazón y curan las ampollas.

Diferencias entre las aftas y  herpes bucal

Las aftas y el herpes son dos de las infecciones más molestas y recurrentes que existen, pero ¿sabrías diferenciarlas? A simple vista, tanto los síntomas como la forma de las lesiones pueden ser muy similares, pero la principal y más importante característica que las separa es que solo una de ellas es contagiosa, aunque hay más detalles, ¡mira!

 Afta bucalHerpes
TrasmisiónNo contagiosaVírica
Tipo de lesiónOvaladas con borde rojizoAmpolla redondeada
UbicaciónInterior de la boca (paladar, lengua o encías)Exterior de la boca (comisuras o alrededor de los labios)
OrigenNo existe una causa conocida, pero si muchas variables (genético, hormonal, estrés, alimentación…)Virus del herpes (HSV-1 o HSV-2)

¿Cómo prevenir este tipo de lesiones?

Aunque ambos problemas no tienen una solución o curación inmediata, si es posible llevar a cabo ciertos tips y hábitos que te ayuden a prevenirlos:

  • Para prevenir las aftas es importante cuidar la higiene bucal utilizando productos de calidad como el hilo dental o el colutorio, además de realizar un lavado al menos 3 veces al día o después de las comidas.
  • En el caso del herpes, los expertos recomiendan fortalecer las defensas, cuidando la alimentación, realizando un buen descanso por las noches y ejercitando el cuerpo cada día. Además, la exposición al sol o a las altas temperaturas puede ser un desencadenante.

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