El bienestar general de una persona comienza por cuidarse desde dentro, literalmente. Es importante saber que la salud digestiva es mucho más que evitar molestias, como la hinchazón o la pesadez, pues se trata de un componente esencial que puede afectar a la energía diaria, las defensas del organismo e incluso, al estado de ánimo. Por esa razón, cuidar de nuestro sistema digestivo no es solo una cuestión de comodidad, sino una inversión en salud a largo plazo.

El efecto de la salud digestiva en la calidad de vida

¿Sabías que el intestino es conocido como «el segundo cerebro»? Su conexión con el resto del cuerpo, a través de la microbiota intestinal, tiene un impacto profundo en nuestra calidad de vida. Tal es así, que un desequilibrio intestinal puede provocar problemas como fatiga, inflamación abdominal e intolerancias alimentarias, además de afectar a la salud emocional. En cambio, mantener un intestino sano puede contribuir a una mejor absorción de nutrientes, al fortalecimiento del sistema inmunológico y una mayor sensación de bienestar.

¿Cómo se puede potenciar el bienestar intestinal?

Tener un sistema digestivo saludable no ocurre por casualidad; es el resultado de decisiones diarias que favorecen el equilibrio del intestino. Adoptar buenos hábitos y aplicar pequeños cambios en el día a día puede ayudar a prevenir molestias digestivas y fortalecer la microbiota intestinal. Para conseguirlo, es importante:

  • Mantener una alimentación sana y equilibrada. Es esencial incluir en la dieta alimentos ricos en fibra, como frutas, verduras y cereales integrales, que ayudan a regular el tránsito intestinal.
  • Hidratación adecuada. Se recomienda beber entre 2 y 3 litros de agua al día por su papel fundamental en el funcionamiento del sistema digestivo, que impulsa la salud de la microbiota y un correcto tránsito intestinal.
  • Hacer deporte. Practicar actividad física con regularidad también favorece la movilidad intestinal y ayuda a tener un sistema digestivo sano.
  • Controlar el estrés. El estrés prolongado puede alterar el equilibrio de la microbiota intestinal, llegando a reducir la diversidad de microorganismos beneficiosos en el intestino y provocando hinchazón, gases y otros problemas digestivos.
  • Evitar alimentos ultraprocesados. Este tipo de alimentos puede ser un enemigo silencioso, por lo que, es crucial optar por opciones naturales y minimizar el consumo de grasas saturadas y azúcares.

Asimismo, existen algunos suplementos que pueden complementar estos hábitos y ser de gran ayuda para mejorar el bienestar intestinal. Entre ellos, destacan:

  • Iberogast. Se trata de una combinación de extractos de plantas que ayuda a aliviar molestias como hinchazón, pesadez y cólicos digestivos. Es ideal para quienes buscan una solución natural y efectiva.
  • Inulac. Estos comprimidos, indicados para quienes sufren de digestiones pesadas o molestias tras las comidas, contribuyen a equilibrar la flora intestinal, gracias a su contenido en probióticos y enzimas digestivas.
  • Vilardell Digest Probisec. Con un práctico formato en sticks, aporta probióticos y prebióticos para mejorar la microbiota intestinal, especialmente, en periodos de estrés o tras tratamientos con antibióticos.
  • Prodefen Plus. Combinando probióticos y prebióticos, este suplemento ayuda a reforzar el sistema inmunológico y restaurar el equilibrio de la flora intestinal, especialmente, a aquellos niños y adultos con digestiones sensibles.

Cuidar de nuestra salud digestiva no solo va a mejorar nuestra calidad de vida, sino que también tendrá un impacto positivo en todo el organismo. Adoptar hábitos saludables, así como escuchar las necesidades del cuerpo, es un paso fundamental hacia un bienestar integral.

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