¿Alguna vez has sufrido picor, dolor o una continua necesidad de orinar? Seguro que sabes de qué hablamos: de la infección de orina. Aunque no se trata de un problema grave ni peligroso para la salud, los síntomas son realmente molestos para quien lo sufre, provocando un profundo malestar que puede durar días, incluso semanas. Las mujeres son más propensas a padecerla por los diferentes cambios que sufre la zona íntima a lo largo de la vida, pero muchos hombres también llegarán a percibirlo en algún momento. Hoy, en Farmacia Viesques te contamos todos los detalles sobre su aparición y algunos tips para prevenirla. ¡Toma nota!
¿Qué es la infección de orina?
Las infecciones urinarias pueden producirse en cualquier parte del sistema urinario, es decir, desde los riñones, los uréteres, la vejiga y la uretra, aunque la mayoría de las infecciones afectan a estas dos últimas. Las infecciones más habituales están causadas por bacterias, pero también pueden aparecer por algún tipo de virus o parásito.
Existen distintos tipos de infecciones urinarias que pueden afectar a varios puntos del tracto urinario:
- Relacionadas con la vejiga como la cistitis.
- Con los riñones, que puede afectar a uno o dos y se denomina pielonefritis o infección renal.
- Uréteres, infección en los conductos que llevan la orina desde los riñones hasta la vejiga.
- Uretra, la infección más común es la uretritis.
¿Qué puede causar infección de orina?
Como mencionamos anteriormente, este tipo de infecciones suelen tener como origen algún tipo de bacteria que comienza en las vías urinarias y se extiende hasta la uretra llegando a la vejiga. En ocasiones, las defensas que existen en el sistema urinario fallan provocando estas dolencias que son más frecuentes en mujeres. Os contamos el origen de las dos más comunes:
- Cistitis (infección en la vejiga). Generalmente, la cistitis está causada por la Escherichia coli, conocida como E. coli, un tipo de bacteria que se encuentra en el tracto gastrointestinal.
- Uretritis (infección en la uretra). Esto sucede cuando las bacterias se traspasan desde el ano, hasta la uretra.
También existen otros factores de riesgo que pueden desencadenar infecciones de orina:
- En mujeres: tras tener relaciones sexuales, por la toma de anticonceptivos, durante el embarazo e incluso con la menopausia por el descenso de los estrógenos.
- Pacientes que tiene el sistema inmunitario debilitado (por ejemplo, diabetes).
- Personas que utilizan catéter para orinar.
- Haber sufrido una intervención o cirugía en las vías urinarias.
- Tener obstrucciones en las vías urinarias (cálculos renales o próstata agrandada).
- Cambios de tiempo. Durante las diferentes estaciones como el verano, suelen aparecen más infecciones a causa del aumento de las temperaturas y lo que esto conlleva, mayor sudoración, bañarse en playas o piscinas, etc.
¿Qué síntomas tienes cuando sufres infección urinaria?
La sintomatología relacionada con la infección de orina es el primer signo de alerta para detectar el problema, por ello conocer los síntomas puede ayudarte para no retrasar el diagnóstico y comenzar lo antes posible con el tratamiento. Estos son los más comunes:
- Constante necesidad de orinar.
- Dolor o escozor al orinar y también durante las relaciones sexuales.
- Picor vaginal.
- Color anormal o con acompañamiento de sangre en la orina.
- Fuerte olor de la orina.
- En casos más graves: fiebre, escalofríos e incluso dolores de espalda o en la zona baja del vientre.
¿Cuándo es grave una infección urinaria?
Aunque es muy poco frecuente -los tratamientos actuales son muy efectivos y actúan rápidamente-, si las infecciones de orina no se tratan a tiempo pueden desencadenar problemas graves en las vías urinarias como:
- Infecciones recurrentes (especialmente en mujeres)
- Daño renal definitivo.
- En mujeres embarazadas puede producir nacimientos prematuros o bebés de bajo peso.
- Septicemia, una complicación que pone en riesgo la vida del paciente. Se trata de una infección que puede llegar hasta los riñones.
¿Cuánto tarda en curarse una infección de orina?
Generalmente, y tras iniciar el tratamiento, en la mayoría de los casos leves, los síntomas desaparecen al segundo o tercer día y la infección en no más de siete. Eso sí, en caso de sufrir una infección más grave o recurrente, dicho tratamiento puede alargarse según cada caso particular.
Tratamientos y prevención
Habitualmente, los fármacos recetados por los médicos son principalmente los antibióticos para atajar de forma rápida la infección. La duración y el tipo de medicamento, estará siempre indicado según la intensidad del problema. Por otro lado, también existen distintos complementos alimenticios para prevenir las infecciones y fortalecer el tracto urinario como son:
- Urocran Arándano Probiótico Prebiótico para ayudar a un correcto funcionamiento del tracto urinario.
- Aquilea Cistitus Forte Arandano y Urosens Manosa, ambos a base de arándano rojo americano, salvia officinalis y vitamina C, regula y equilibra el sistema urinario para mantenerlo saludable y fuerte frente infecciones.
- Cysticlean Forte. Ayuda a prevenir de manera eficaz la cistitis recurrente
Además de aplicar el tratamiento adecuado después de haber sido diagnosticado, también es posible llevar a cabo ciertos hábitos en el día a día para reducir las posibilidades de sufrir una infección urinaria:
- Beber mucho líquido (siempre que sea posible agua). El zumo de arándanos también ayuda a evitar este tipo de infecciones.
- Limpiarse de adelante hacia atrás (en el caso de las mujeres)
- Utilizar productos de higiene íntima adecuados.
- Orinar poco después de mantener relaciones sexuales
- Cuidar la alimentación y evitar los azúcares.