Cuando se habla de alopecia, por lo general, se piensa en hombres, pero es una realidad que también afecta al género femenino y, más de lo que pensamos. Aunque el número de mujeres que padecen la pérdida de cabello es menor que el de los hombres, son el 33% las que alguna vez se han enfrentado a la alopecia femenina, según un estudio de la clínica Medihair.
La principal diferencia entre la calvicie masculina y la femenina es que en las mujeres no se da el patrón típico que afecta al cabello de la coronilla y de las entradas. Normalmente, la alopecia femenina se caracteriza por la pérdida de densidad capilar y las zonas que se ven más afectadas suelen ser la región frontal y parietal, con un ensanchamiento progresivo de la raya media del cabello, pero conservando la línea de nacimiento capilar.
¿Cuáles son las principales causas de la caída de pelo en las mujeres?
La alopecia se produce, generalmente, cuando el folículo en el que nace el pelo se encoge, resultando en un cabello más corto y fino, hasta que termina por no producirse cabello nuevo. Esto puede ocurrir por diversos motivos, entre ellos:
- Factores genéticos. Las personas con antecedentes familiares de calvicie tienen mayor predisposición a presentar en algún momento de su vida una caída de pelo.
- Cambios hormonales. La pérdida de cabello también puede estar relacionada con cambios hormonales que sufren las mujeres, relacionados con momentos como un postparto, la menopausia, comenzar o dejar algún tratamiento anticonceptivo, etc.
- Estrés y otros factores ambientales. Situaciones traumáticas, estar expuesta a un continuo estado de estrés o llevar un estilo de vida poco saludable pueden provocar la alopecia.
Estas son las causas principales, pero también se deben tener en cuenta otras como son: la deficiencia de hierro o de algunas vitaminas, enfermedades autoinmunes, tratamientos oncológicos y ciertos medicamentos o déficit de hormona tiroidea.
Tipos de alopecia femenina
Una vez analizado el origen de la caída de pelo, se deben considerar los distintos tipos que existen y como se manifiesta cada uno de ellos:
- Alopecia androgénica. Es el tipo de pérdida de cabello más común y suele aparecer en edades avanzadas, a raíz de algún cambio hormonal, como la menopausia. El descenso de estrógenos y el ascenso de andrógenos hacen que la densidad del cabello se vea seriamente afectada.
- Alopecia areta. Es una patología no cicatricial y autoinmune que provoca la aparición de zonas despobladas de pelo con forma circular. Sus principales causas son el estrés y otros factores ambientales.
- Alopecia difusa o efluvio telógeno. Se trata de una pérdida de grandes cantidades de cabello en poco tiempo: mechones de pelo que parecen despegarse sin esfuerzo de la cabeza. Es lo que se conoce como “caída del pelo por estrés”. Es una pérdida tan llamativa que suele alarmar bastante, pero es reversible y el cabello vuelve a crecer una vez superada la situación de estrés que lo motivó.
Cómo saber si tienes alopecia: síntomas para tener en cuenta
Para detectar una pérdida de cabello anormal y poder actuar a tiempo, es crucial prestar atención a varias señales:
- Revisar si al cepillarse el pelo se cae más cantidad de lo habitual.
- Comprobar si se está perdiendo densidad capilar o si la raya del pelo se ensancha.
- Detectar zonas clareadas en el cuero cabelludo y controlar si la caída se prolonga en el tiempo (por encima de los dos o tres meses).
- Experimentar otros síntomas como enrojecimiento del cuero cabelludo, descamación, picor o dolor.
Es muy importante reaccionar a cualquiera de estos síntomas puesto que la alopecia femenina puede darse en cualquier etapa y, por lo general, puede estar vinculada a un déficit nutricional, un aumento de estrés, enfermedades o cambios hormonales.
Cómo combatir la pérdida de cabello
El primer paso tras detectar la alopecia es acudir a un especialista para que diagnostique qué tipo de alopecia se padece y qué tratamiento es el más adecuado para recuperar la densidad del cabello, frenar la caída, mejorar el estado del cuero cabelludo y estimular el crecimiento capilar.
Tratamientos
- Minoxidil Viñas 5% Solución. Es uno de los tratamientos más comunes y efectivos para la alopecia femenina. El minoxidil es un medicamento tópico que se aplica directamente en el cuero cabelludo para estimular el crecimiento del cabello y detener la pérdida del mismo.
- Finastopic. Es una loción capilar indicada para tratar la caída del cabello y, a su vez, dar mayor grosor al pelo. Se debe aplicar sobre el cuero cabelludo, masajeando para su correcta absorción.
- Complidermol. Este suplemento alimenticio ayuda a tratar los casos de alopecia androgénica femenina derivados de factores hormonales y oxidativos. Su fórmula rica en activos y minerales fortalece el cabello desde la raíz y fomenta la recuperación de la barrera hidrolipídica capilar. Se recomienda tomar de 1 a 2 cápsulas al día durante al menos 2 meses.
- Dinaxil. Se trata de una solución para aplicar sobre el cuero cabelludo, con el fin de estimular el crecimiento del cabello en aquellos pacientes que sufren una caída de origen androgénico.
Otra opción para retrasar el avance de la alopecia y frenar la caída del cabello es recurrir a remedios naturales como romero, aceite de coco, vitaminas y té verde, entre otros. Además, es conveniente seguir algunos consejos de higiene diaria para tener un cuero cabelludo sano:
- Lavar, secar y peinar el pelo con suavidad. Es importante no tirar de él ni frotarlo demasiado con la toalla. En lugar de ello, se puede secar dándole toques delicados y evitando el aire muy caliente. También es importante elegir peines de púas anchas, mejor de madera o de concha.
- Estimular los folículos pilosos y el cuero cabelludo con masajes. Se recomienda masajear el cuero cabelludo con aceites naturales para estimular los folículos y mejorar la circulación sanguínea.
- Utilizar a diario productos capilares de calidad. Para el cuidado del pelo, es imprescindible utilizar champús que neutralicen las principales causas del debilitamiento del cabello.