La alopecia consiste en la pérdida anormal del cabello y puede afectar al cuero cabelludo o a otras zonas de la piel en la que existe pelo, como son las pestañas, axilas, zona íntima y barba. Se trata de una de las principales preocupaciones estéticas entre los hombres y las mujeres. La caída del cabello afecta a un 42,6% de los españoles, según un estudio de World Population Review.

Causas y tipos de alopecia

La pérdida de cabello se puede clasificar en dos grupos: las alopecias cicatriciales, que son irreversibles por existir un daño, malformación o ruptura total de la estructura folicular, y las alopecias no cicatriciales, que son potencialmente reversibles.

Dependiendo del tipo de alopecia que se sufra, existen distintas causas:

  • Factores genéticos y hereditarios. La causa más común de la caída capilar es un trastorno hereditario que se llama alopecia androgénica y ocurre con el envejecimiento. En el caso de los hombres, la pérdida de pelo se localiza, principalmente, en las zonas frontal y parietal de la cabeza, mientras que en las mujeres la caída de pelo es difusa, no se producen zonas de calvicie total y queda respetada la línea de implantación anterior, es decir, no existe lo que se conoce como entradas.
  • Desbalances hormonales. Algunos factores desencadenantes, como pueden ser enfermedades graves, un parto o pérdidas importantes de peso, ocasionan desequilibrios hormonales que se traducen en la alopecia androgénica o el efluvio telógeno. Se trata de una caída de cabello intensa y aguda, pero reversible y no localizada en una determinada zona del cuero cabelludo, que afecta en mayor medida a las mujeres.
  • Enfermedades autoinmunes. Algunas afecciones que debilitan el sistema inmunitario pueden tener como consecuencia la caída del cabello, en concreto, la alopecia areata. En este caso, la caída capilar sucede de manera desigual, ocasionando parches redondos. Los folículos pilosos no quedan destruidos con esta enfermedad, por lo que, el pelo puede volver a crecer. No obstante, son muy frecuentes las recaídas en pacientes que la han sufrido alguna vez.
  • Factores ambientales y estilo de vida. Existen otros elementos como el estrés, la mala alimentación, los productos químicos agresivos u otros agentes externos, que también pueden contribuir a la pérdida de cabello. Por ello, es importante llevar un estilo de vida saludable, de tal manera que no se dificulte la oxigenación del cuero cabelludo ni disminuya la hidratación de los folículos pilosos, factores que pueden desencadenar la caída capilar.

Tratamientos y medicamentos para la caída capilar

Una vez identificadas las causas y los tipos de alopecia, es importante destacar las opciones de tratamiento disponibles para abordar este trastorno:

  • Minoxidil. Es un tratamiento para la alopecia androgénica, que combate la caída del cabello de manera eficaz.
  • Complidermol. Este suplemento alimenticio contiene minerales y vitaminas que contribuyen al fortalecimiento capilar. Su fórmula con l-cistina y minerales previene la caída del cabello a la vez que fortalece las raíces, el cuero cabelludo y las uñas.
  • Regaine. Se trata de una espuma cutánea que se usa para tratar la pérdida de cabello hereditaria, es decir, la alopecia androgénetica.

Ante una pérdida de cabello inusual y persistente, lo más importante es acudir a un profesional para poder conocer las causas de dicha caída capilar y saber cuáles serían las mejores opciones de tratamiento.

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