El pelo es una parte significativa de la estética personal y juega un rol crucial en la autoimagen. De hecho, el aspecto del cabello tiene un impacto directo en la autoestima de tres de cada cuatro españoles, sobre todo, por el temor a su caída, a la falta de hidratación o de brillo y al poco volumen de la melena, según una encuesta realizada por Ipsos Digital para un estudio de la marca TRESemmé. La longevidad del cabello afecta a la caída capilar

Un factor determinante en la caída capilar es la longevidad del cabello, es decir, el ciclo de vida del pelo, ya que puede influir significativamente en la salud y densidad del cabello, así como en la severidad y percepción de la caída capilar.

Qué es la longevidad del cabello

La longevidad del cabello se refiere a la duración del ciclo de crecimiento de los folículos pilosos antes de su caída. Este ciclo consta de tres fases principales: anágena, catágena y telógena.

  • Fase anágena (crecimiento): se trata de la fase de crecimiento activo del cabello y puede durar entre 2 y 7 años, aunque en algunos casos puede extenderse hasta 10 años. La duración de esta fase es crucial para la longevidad del cabello, ya que determina su longitud máxima. Un cabello con una fase anágena larga crecerá más que uno con una fase anágena corta.
  • Fase catágena (transición): esta fase de transición dura aproximadamente de 2 a 3 semanas. Durante este tiempo, el cabello detiene su crecimiento y el folículo piloso se contrae. Aunque es breve, este período es importante para el proceso de renovación del cabello, ya que prepara al cabello para su fase de reposo.
  • Fase telógena (reposo y caída): es la etapa final del ciclo y dura alrededor de 3 meses. Durante este tiempo, el cabello no crece, pero permanece anclado en el folículo hasta que es empujado por el crecimiento de un nuevo cabello anágeno. Al final de esta fase, el cabello se cae. Normalmente, se pierden entre 50 y 100 cabellos telógenos al día, lo cual es parte del ciclo normal de renovación del cabello.

Factores que afectan a la longevidad del cabello

El ciclo de vida del cabello puede variar significativamente de una persona a otra y está influida por numerosos factores, entre ellos:

  • Genética y herencia. La genética es una variable determinante no solo en la duración de las fases del ciclo de crecimiento del cabello, sino también en la susceptibilidad a la pérdida de cabello.
  • Estilo de vida y hábitos de cuidado capilar. La nutrición, el cuidado del cabello y mantener un estilo de vida saludable también juegan un papel importante en la salud capilar, pudiendo influir en la densidad y la fortaleza del cabello.
  • Factores ambientales. Algunos elementos como la exposición solar excesiva, la contaminación, los cambios climáticos y el agua dura pueden influir en los ciclos de crecimiento del cabello y, potencialmente, en su longevidad, dañando las proteínas del cabello, debilitándolo y haciéndolo más susceptible a la rotura.

La salud del cabello es un reflejo del propio bienestar general, por lo que cuidar tanto el aspecto físico como mental es crucial para mantener un cabello sano y longevo.

El impacto de la longevidad del cabello en la pérdida de cabello

El impacto de una baja longevidad del cabello en la salud capilar puede ser significativo, afectando a su densidad y su aspecto. Además, está estrechamente relacionado con la duración de la fase anágena (de crecimiento) de su ciclo de vida, ya que una fase anágena más corta puede llevar a un ciclo de crecimiento acelerado, donde el cabello no solo crece por un período más corto, sino que también puede entrar en las fases de reposo y caída más rápidamente.

Una longevidad baja produce el adelgazamiento y debilitamiento general del cabello, y en casos severos, calvicie visible. Algunos ejemplos de enfermedades o condiciones relacionadas son:

  • Alopecia androgénica. Esta es una de las formas más comunes de pérdida de cabello, tanto en hombres como en mujeres, y se caracteriza por una reducción en la duración de la fase anágena bajo la influencia de andrógenos. Esto tiene como resultado un cabello cada vez más fino y corto hasta que el folículo deja de producir cabello visible.
  • Efluvio telógeno. Esta condición ocurre cuando hay un aumento en el número de folículos que entran en la fase telógena, lo que lleva a una caída significativa del cabello. Puede ser desencadenado por estrés severo, enfermedades, cirugías, cambios hormonales significativos, deficiencias nutricionales o medicamentos.
  • Alopecia areata. Se trata de una condición autoinmune en la que el sistema inmunitario ataca los folículos pilosos, causando parches de pérdida de cabello. Aunque el cabello puede volver a crecer, la enfermedad puede afectar a la longevidad del cabello y su calidad.
  • Deficiencias nutricionales. La falta de nutrientes esenciales como hierro, zinc, vitaminas A, D, E, y B, proteínas y ácidos grasos omega-3 puede afectar negativamente el ciclo de crecimiento del cabello, resultando en una fase anágena más corta y, por ende, un cabello con menor longevidad.
  • Enfermedades de la tiroides. Tanto el hipotiroidismo como el hipertiroidismo pueden afectar el ciclo de crecimiento del cabello, conduciendo a una pérdida de cabello difusa. El desequilibrio hormonal altera la fase anágena, acortando la vida del cabello.

¿Es posible mantener la longevidad del cabello?

El diagnóstico precoz y el inicio de un tratamiento son cruciales a la hora de detener la progresión de la caída del cabello, haciendo posible la modificación del ciclo de crecimiento del pelo para aumentar la densidad y el diámetro del cabello existente. Para ello, existen algunas soluciones farmacéuticas:

  • Suplementos nutricionales. Vitaminas y minerales específicos como biotina, vitamina D, hierro y zinc pueden promover la salud del cabello y combatir la caída capilar.

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  • Minoxidil. Se trata de un medicamento que se aplica directamente en el cuero cabelludo y puede estimular el crecimiento del cabello en personas con pérdida capilar.
  • Pilexil y Dermoafin. Estos champús fortificados contienen ingredientes como biotina, queratina y péptidos que pueden ayudar a fortalecer el cabello y reducir la caída.

Asimismo, existen algunos tratamientos profesionales específicos indicados para la caída del cabello, con el objetivo de promover su salud y longevidad como:

  • Terapias con láser de baja intensidad (LLLT). Este tratamiento puede mejorar la circulación sanguínea en el cuero cabelludo y estimular los folículos pilosos, lo que puede impulsar el crecimiento del cabello y reducir la caída.
  • Mesoterapia capilar. Consiste en la aplicación de nutrientes y vitaminas directamente en el cuero cabelludo, a través de microinyecciones, para fortalecer los folículos pilosos y estimular el crecimiento del cabello.
  • Plasma rico en plaquetas (PRP). Es un proceso que implica la extracción de sangre del paciente, separación de las plaquetas y luego inyección del plasma rico en factores de crecimiento en el cuero cabelludo para estimular el crecimiento del cabello.

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