Los complementos alimenticios, también conocidos como suplementos dietéticos, son una opción muy demandada para complementar la dieta de manera saludable y proporcionar nutrientes como vitaminas, minerales, fibras, ácidos grasos o aminoácidos al cuerpo. De hecho, tres cuartas partes de la población española afirma consumir este tipo de productos, según un estudio realizado por la Academia Española de Nutrición y la Fundación Mapfre.

Aun así, no deben tomarse como sustitutos de los alimentos convencionales ni deben considerarse como reemplazos exclusivos de comidas, sino más bien como refuerzos que ayudan a cubrir las necesidades nutricionales que no se satisfacen completamente por la alimentación.

Principales complementos alimenticios

Los complementos alimenticios pueden clasificarse en varias categorías, cada una diseñada para proporcionar apoyos específicos a la salud. Los tipos más comunes son los siguientes:

  • Vitaminas. Son nutrientes esenciales para el metabolismo, la función inmune, el crecimiento y otras funciones vitales. Los suplementos de vitaminas pueden incluir vitaminas individuales, como la Vitamina C o D, o complejos multivitamínicos que contienen una gama de varias vitaminas.
  • Minerales. Estas sustancias inorgánicas también son cruciales para la salud ósea, muscular y la composición de la sangre. Algunos ejemplos comunes son el hierro, el calcio, el zinc y el magnesio.
  • Hierbas o botánicos. Estos suplementos usan partes de plantas o extractos para promover la salud. Los más comunes suelen incluir ingredientes como echinacea para apoyar el sistema inmunológico, valeriana para mejorar el sueño o ginkgo biloba para la función cognitiva, entre otros.
  • Aminoácidos. Son los componentes básicos de las proteínas y sirven para estimular el crecimiento muscular, la recuperación después del ejercicio y el metabolismo general.
  • Enzimas. Lactasa, papaína y bromelina son algunas enzimas que se utilizan para ayudar a la digestión y mejorar la absorción de nutrientes.
  • Ácidos grasos. Esenciales para numerosas funciones corporales, estos suplementos incluyen omega-3 y omega-6, que ayudan a mantener la salud cardiovascular y la función cerebral.

¿Por qué optar por complementos alimenticios?

Lo ideal es poder obtener todos los nutrientes necesarios de la dieta diaria, pero algunos factores pueden hacer que sea complicado como, por ejemplo:

  • Identificación de deficiencias nutricionales comunes. En algunas personas es común encontrar varias deficiencias nutricionales como vitamina D, hierro, omega-3 y vitamina B12, nutrientes esenciales para la salud ósea, la función cerebral y la salud cardiovascular.
  • Estilo de vida “moderno” y sus impactos en la ingesta de nutrientes.  Actualmente el ritmo acelerado de la vida que llevamos conlleva que consumamos a menudo dietas rápidas y poco balanceadas. El estrés crónico, el consumo excesivo de comidas procesadas y el tiempo limitado para preparar comidas nutritivas, pueden llevar a una nutrición pobre.

Como solución, una suplementación adecuada puede ser una buena opción para la salud, pudiendo contribuir a la prevención de enfermedades y la mejora de la función cognitiva, además de conseguir una dieta completa a nivel nutricional.

Cómo elegir los complementos alimenticios adecuados

Seleccionar los complementos correctos es crucial para maximizar beneficios y minimizar riesgos. Para ello, es necesario tener en cuenta varias recomendaciones:

  • Consultar con un profesional de la salud. Antes de comenzar cualquier régimen de suplementos, es esencial consultar a un médico o nutricionista para que puedan identificar deficiencias, sugerir dosis adecuadas y prever interacciones con medicamentos existentes.
  • Investigar la calidad de los productos y marcas confiables. No todos los complementos tienen la misma composición o se fabrican de la misma manera. Por ello, es importante buscar marcas que tengan certificaciones de terceros (como USP, NSF, o similares) para asegurar que el producto contiene lo que dice la etiqueta y está libre de contaminantes.
  • Considerar las necesidades individuales y objetivos de salud. Las necesidades de suplementación pueden variar enormemente dependiendo de factores personales como la edad, el sexo, el estado de salud o el estilo de vida. Por ejemplo, una mujer embarazada puede necesitar un suplemento prenatal, mientras que un atleta puede beneficiarse más de suplementos de proteína y creatina.

En conclusión, los complementos alimenticios pueden ser una adición valiosa a la dieta para muchas personas, ayudando a llenar vacíos nutricionales y promover la salud general. Sin embargo, es crucial seleccionarlos cuidadosamente y usarlos de manera complementaria a una dieta saludable, no como sustitutos de ésta.

Algunos ejemplos de complementos alimenticios

Aunque lo ideal es llevar una dieta sana y equilibrada sin necesidad de recurrir a suplementos alimenticios, existen algunos tratamientos complementarios que ayudan a compensar las posibles deficiencias nutritivas. Entre ellos, destacan:

  • Multicentrum Formulado con un alto contenido en vitamina B12 y vitamina B3, aporta energía y disminuye el cansancio, así como aumenta la concentración y contribuye al funcionamiento normal del sistema nervioso.

  • Pilopeptan y Vigorix. Estos suplementos, fabricados a partir de vitaminas y minerales, están indicados para el cuidado de la piel y el cabello: manteniéndolo nutrido, estimulando su crecimiento y frenando su caída.

  • Profaes4 y Lactoflora.  Se trata de dos probióticos indicados para inhibir la proliferación de microorganismos patógenos y prevenir infecciones, contribuyendo a una buena salud intestinal.

Consideraciones y precauciones para tener en cuenta

La adopción de complementos alimenticios puede ser una estrategia eficaz para mejorar la ingesta nutricional y prevenir deficiencias. Por ello, lo más importante es seguir las dosis recomendadas para evitar efectos que puedan comprometer la salud.

Asimismo, la suplementación puede influir en los efectos de los medicamentos y otros suplementos. Por ejemplo, los suplementos de hierro pueden interferir con la eficacia de ciertos antibióticos y el ginkgo biloba puede aumentar el riesgo de sangrado cuando se toma con anticoagulantes. Por lo tanto, es crucial tomarlos con conocimiento y precaución y siempre consultando a un profesional de la salud antes de comenzar cualquier nuevo suplemento, especialmente, si está tomando medicamentos o tiene condiciones de salud preexistentes.

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